Por: Carlos Scaglioni Vigil
Actualmente todo el espectro económico se encuentra sumido en una gran incertidumbre y embargado por la duda de cómo será esa esperada vuelta a la "nueva normalidad". De lo único que se tiene certeza es que el distanciamiento social se lo tendrá que mantener por un prolongado tiempo. Definitivamente, este nuevo panorama viene golpeando fuerte a la industria de las bodas, que ha visto mermada en forma alarmante su actividad económica. Esta aciaga circunstancia está obligando a los profesionales eventistas a que en forma perentoria replanteen su metodología, planificación y logística en la organización de los futuros enlaces matrimoniales, en donde la celebración de las bodas cambiará radicalmente y la noción de festejar incluirá medidas estrictas de salubridad.
Por lo pronto, todos los eventistas coinciden en que se impondrá la tendencia de bodas al aire libre, ya que éstas permiten con mayor facilidad mantener la distancia social, en la cual las carpas se convertirán en imprescindibles aliados para solventar problemas de espacio. Las ceremonias serán más cortas y la fiesta por zonas, para así evitar aglomeraciones. Se dividirá la lista de invitados en dos sublistas para que una parte asista a la ceremonia y la otra a la celebración, o bien dividir la celebración en dos partes.
Con todo ello, los próximos matrimonios más allá de ser un festejo del amor que se tiene la pareja, se convertirán en una gran celebración de reencuentro y de afecto con sus seres queridos. En estos momentos de pandemia, es hora de ver hacia adelante, y unir esfuerzos tanto de novios como de profesionales eventistas, en la búsqueda de opciones que logren que ese día elegido para unir sus vidas, se convierta en el momento que ellos siempre habían soñado.