En Alemania, en concreto en la ciudad de Dusseldorf, los autocines se están convirtiendo en escenarios perfectos para la realización de bodas en tiempos de coronavirus; ello, gracias a que su alcalde ideó una fórmula para seguir manteniendo viva la costumbre de bodas con invitados. A estos particulares enlaces matrimoniales asisten decenas de invitados, entre familiares y amigos, quienes en una treintena de coches siguen la ceremonia desde sus vehículos. Los únicos en el exterior son los novios, separados por dos metros, y es el propio alcalde el que oficia la boda tras una mampara de cristal. En lugar de la enorme pantalla de cine, están los novios Janine y Philip dándose el sí rodeados por centros de flores, lazos y bombillas rojas. En cuanto se les declara oficialmente marido y mujer, los familiares y amigos tocan sus claxon para felicitar a la pareja, quienes lucieron mascarillas primorosamente decoradas con el logotipo de su equipo de fútbol favorito. Bajo esta modalidad ya se van celebrado tres bodas.